martes, 24 de julio de 2007

Magnolia - Sinfonia de ranas -


Exodo 8:2: "Pero si te niegas a dejarlos ir, he aquí, heriré todo tu territorio con ranas". 

Magnolia, escrita y dirigida magistralmente por Paul Thomas Anderson. Una película que es un torbellino de emociones de principio a fin, orquestada por excelentes diálogos y situaciones limite. La película cuenta la historia de 8 personajes en Los Angeles, California, todos interrelacionadas, con ranas incluidas.

La historia comienza con un barrido periodístico (algunos spots con una cámara Lumiere, viejita) que nos cuenta sobre increíbles casualidades de la vida real. Una vez ahí, la película entra en un ritmo sensacional, empezando con la presentación de los personajes, sus situaciones, complejidades y objetivos. Valga decir que, de todos, el mas sobresaliente es el personaje interpretado por Tom Cruise, un psicólogo (o psicópata) que se gana la vida dando seminarios de "conquista" a hombres inseguros, sumamente denigrantes para el genero femenino. Cruise, atrapa la atención desde el cuadro 1, con una poderosa interpretación la cual es atinadamente introducida al ritmo del "Also sprach Zarathustra" de Strauss. Espectacular, sobre todo en pantalla grande. Ganó un globo de oro.

La película, aunque algo larga (corre por 188 minutos) es una obra de arte del genero independiente americano, que aunque fue financiada por New Line Cinema, su longeva producción de casi 200 días, la destino a ser estrenada solo en ciudades selectas y no gozo de un marketing/distribución mas amplio. Caso de Costa Rica, solo fue proyectada por la Garbo. Su fama no llego hasta las nominaciones al Oscar, donde obtuvo tres merecidas: Guión, Actuación (Tom Cruise) y mejor canción (Save me de Aimee Mann). No gano ninguna pero si mayor distribución y reconocimiento. Previamente se había alzado con el León dorado del Festival Cine de Berlin.

Con respecto a sus elementos poco convencionales, a parte de su estructura no lineal, cuenta con momentos de verdadero aplauso, por ejemplo, cuando las vertebras del film llega a su momento culminante, en donde las lágrimas, los gritos, la droga, el alcohol, las infidelidades, los incestos, y demás, la película toma una pausa trepidante, casi brechtiana, para dar paso a una hermosa canción de redención, que todos los personajes cantan, "Wise up", exquisitamente lograda, un verdadero refresco contra tanta realidad junta. Lo hace a uno volver a creer en el buen cine americano.

Cuando uno piensa que la película no se puede poner mejor, vuelve nuevamente a un ritmo de locomotora, donde los puntos de giro son tan grandes que lo hacen a uno verse el trasero. En pleno aguacero nocturno, un golpe seco mancha de sangre el parabrisas de un carro. El tremendo susto hace que nuestro personaje pare en seco su carro, en medio de una (extrañamente) desolada calle de Los Angeles. Al recuperar el aliento, otro golpe retumba el techo del carro. Cuando Jim se asoma por su ventana para verificar el estado de su vehículo una rana (sí, leyó bien) lo golpea en la cara. De un momento a otro una lluvia apocalíptica de ranas inunda toda la ciudad, conectando nuevamente los puntos/personajes de la historia, dándole un nuevo respiro surrealista al guión. Es de locura!

Con respecto a la banda sonora, es un 90% parte de las historias de Magnolia. Es impresionante por la forma como lleva el ritmo de la acción y las emociones de los personajes dentro de cada escena. Hay momentos donde la música y la acción están en perfecta sincronía. Por ejemplo en la primera media hora de la película, hay un plano secuencia (sin corte) en steadycam que dura mas o menos 3 minutos, que son sincronizados por una tonada que va al ritmo y velocidad de los personajes. Riquisima.

En fin, Magnolia es un elixir de cine para el alma. Es una excelente dosis de motivación hacia el buen cine, el cine de autor, del cine que penetra las vísceras y hace que se muevan los músculos y los órganos. Es cine del bueno, vital.
Recomendada 100%.

Cesar D.





2 comentarios:

wílliam venegas segura dijo...

Vine, vi y ¡aprendí! Bueno el texto de James Dean.

Julia Ardón dijo...

es una joya esa película. Un peliculón.