Recién termine de ver por enésima vez "Rebel without a cause" la película que hizo saltar al estrellato a un tímido joven de Marion, Indiana llamado James Dean. Primeramente introducido al mundo cinematográfico por el legendario Elia Kazán y su fabulosa "East of Eden", James Dean hacia los personajes suyos y los vivía con una intensidad que aun se transmite 50 años después por los televisores de alta definición. Como llegaba a este "trance" actoral este monstruo de la pantalla? Como hacia que actores de tallas como las de Rock Hudson, Elizabeth Taylor, Jim Backus, Julie Harris, Natalie Woods y Sal Mineo se rindieran a sus pies cada vez que gritaban "acción"? La respuesta trae cola desde hace muchos años atrás, con el famoso "método" actoral desarrollado por el maestro y teórico actoral Kostantin Stanislavski.
El "método", se simplificaba como una vivencia emocional o un "trance" visceral en la que los interpretes llevaban las vivencias propias a la vida de los personajes haciendo uso de la "Memoria Emotiva", cuyo fundamento principal era el uso del recuerdo personal del actor en un estado emocional del personaje dado.
En Estados Unidos, el "método" fue introducido a las tablas de Broadway y los celuloides de Hollywood por Stella Adler y Lee Strasberg, quien a sus vez conformaron el afamado "Actor's Studio", el cual fuera cuna de estrellas como el propio Dean, Marlon Brando, Elia Kazán, Marilyn Monroe, Paul Newman y muchos mas monstruos de la pantalla y el teatro. Conforme los años fueron pasando, sus mas fervientes críticos rehuían al hecho de usar la memoria personal de los actores por ser un método desgastante y autodestructivo, por lo cual el método ha sido modificado y mejorado por muchos hasta la fecha.
Pero volviendo a "Rebelde sin causa", tal vez la obra maestra de su director Nicky Ray, gracias a la colaboración de su estrella-en-desarrollo, Dean. La película como tal es un icono de los años cincuenta y un clásico de gran escala, no solo por su temática (la juventud rebelde) sino por la versatilidad e histrionismo succionado en un 100% por James. Tal vez la escena mas impactante de todas es la del regreso de Jim a su casa después del accidente automovilístico. Una escena de museo y salón de fama. Se darán cuenta de que los actores que comparte la escena con Jimmy, Jim Backus y Ann Doran, se rinden ante la insuperable inmensidad de Dean, quien se come la pantalla por si mismo en un "tour-de-force" digno de salón de fama. Son 5 minutos impactantes, delirantes, deliciosos, inspiradores. Con facilidad se puede notar como los 3 actores hacen uso de uno de los fundamentos actorales más básicos y menos usados por los actores actuales: se escuchan el uno al otro, y el ritmo con el que tiran el texto es exquisito. Para los ojos mas entrenados, pueden observar como el director, en su propuesta visual, proponía a James al centro de la toma la mayoría del tiempo. Sabía lo que tenia entre manos. Tal vez una de las escenas mas memorables de la historia del cine. Vale por toda la película.
Fue una lastima que el destino nos quitara a este talentoso actor a muy corta edad, dejándonos solo 2 y media películas en su filmografía (murió durante la producción de "Giant", un actor parecido a él tuvo que suplirlo entre sombras para terminar la película) Con 2 nominaciones póstumas al Oscar, su mito y su leyenda aun se mantiene vivo en el siglo XXI por muchos seguidores (me considero uno). James Dean nos dejo con el aliento en el aire, pensando que hubiese sido de él se viviera. Quizás hubiese sido el más grande de todos, más aun que Marlon Brando o que Roberto DeNiro. Nunca los sabremos. Por lo pronto yo seguiré reviviendo sus momentos mas emotivos en versión DVD. Los invito a hacer lo mismo.
Cesar D.
lunes, 16 de julio de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario