lunes, 11 de febrero de 2008

En Jaque...

Día 7
30 de Diciembre, 2007
3:40pm

Estamos en jaque. Jose Manuel me llamo algo desesperado e inesperadamente en la noche del sábado 29 de Diciembre del 2007. Me disponía a dar por terminado la grabación del documental cuando la triste voz de Jose me hizo desvainar nuevamente la cámara y mi equipo. Lo esperaría al día siguiente, un día antes de que terminase el año 2007.

Al llegar al lugar acordado por ambos, el sitio donde se construirá el nuevo hospital de Heredia y lugar donde yacen varias de las obras más hermosas de Jose. Al llegar al lugar un gran portón de hierro, cerrado con una gran cadena y candado nos separaba de lo que antes fuese un lote baldío donde la creatividad y horas de trabajo arduo y pesado se unían al unisonó para formar de aquellas grandes rocas singulares figuras humanas y animales.

Jose nos contó de como la administración del hospital de Heredia le había manifestado en reiteradas ocasiones la urgencia de mover las piedras para no maltratarlas, pero la impotencia de Jose, al no tener lugar donde dejarlas hacia estragos en la mente de este emprendedor Herediano. Las constantes presiones a través de misteriosas visitadas y cartas hicieron que Jose pensara en encadenarse a las obras, en un grito de auxilio con tal de llamar la atención del publico que le pudiese tender la mano. Nos conto que una de estas tantas visitas fue bastante jovial, ya que la administración venia en son de conciliación. El hospital o la CCSS querían que Jose donara "voluntariamente" las obras para el nuevo hospital, ya que una de ellas, la más grande, es bastante adoc para el centro de salud (una mujer dando a luz). Jose frunció el seño y se negó, aduciendo que un hospital y una institución de este calibre debería al menos reconocer algo al trabajo de este herediano de cepa. Los "enviados", al ver la negativa de Jose, de regalar sus obras, se tornaron nuevamente reacios contra él e insistieron nuevamente en la urgencia de mover las piedras, sin ningún tipo de ayuda.

Jose desespero, hasta que un alma caritativa de la administración de la constructora del hospital, al ver las opciones disiparse le ofreció a Jose un empleo de portero en la construcción, así él podría estar vigilante del estado de sus obras hasta poder encontrar un lugar donde poder colocarlas donde se lo merecen.

El panorama no pinta bien, pero al menos Jose está cerca de sus obras una buena cantidad de horas al día.

Veremos que más sucede,
Cesar D.




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